Abandera el cambio desde tu ejemplo y tu consciencia.
Abandera ese cambio de vibración desde el no juicio, desde el vivir el aquí y el ahora, desde el abrirte con una mente constructiva, positiva, amable, compasiva, flexible. Una mente que solo entiende de amor, de comprensión, de alegría, de gozo, de paz.
Abandera el cambio sosteniendo a tus hermanos, porque sosteniéndoles a ellos te sostendrás a ti.
Abandera ese cambio de vibración y comienza a desechar pensamientos que aparezcan en tu mente, de otro momento, de otra dimensión, de otra naturaleza, de otra vibración.
Identifícate con lo que construye, con lo que nutre, con lo que alimenta el alma y expande tu luz. Aliméntate con lo que incrementa tu sensación de paz, de conexión a la vida, de sol y de luz interior, que de forma automática te conecta con Gaia y te eleva hacia el Gran Sol Central.
Abandera el cambio no a través de lo que dices, sino a través de lo que muestras, a través de lo que haces, a través de lo que transmites, a través del delicado gesto que de tu corazón brota de forma natural.
Abandera el cambio, entendiendo que solo hay un lenguaje que es el amor, la compasión, la empatía, el perdón. Sin olvidarte de priorizarte, pero sin permitir al ego que se olvide de que tu hermano eres tu.
Hay una nueva vibración para el amor. Es un amor que no espera recibir a cambio y sin embargo, es un amor que siente, lo que todos, lo que otros, lo que tu, lo que la naturaleza, lo que Gaia, lo que la vibración le transmite. Porque dar y recibir es una misma cosa. Y lo que tu des y cómo lo hagas, el universo te lo devolverá.
Abandera el cambio, desde estar abiertos a comenzar una nueva vida, a arrancar nuevos proyectos, a inventar nuevas formas de pensamiento, de trabajo, de apertura sentimental, de inicio de ciclos y de compartir, compartir y compartir ese amor.
Todo lo que no vibre en la misma frecuencia pasará por tu vida y posiblemente ni siquiera lo veas. Porque ahora las diferencias de vibración son muy fuertes y es como si se flotara en el océano y cada uno estuviera en una dirección, y el espacio es tan grande, tan denso, mostrando realidades diferentes que si ni siquiera os podréis ver, ni mucho menos encontrar. Son mares distintos por lo que flotar y transitar.
Abandera el cambio desde la necesidad de que lo viejo, lo denso desaparezca. Que la palabra mentira y todo lo que significa desaparezca, que la palabra sufrimiento desaparezca, que la palabra culpa desaparezca, y se desintegre de los órganos en los que está afincada y aferrada. Que la palabra sacrificio desaparezca. Que la palabra imposible desaparezca.
No juzgues, no te sientas juzgado. Vibras en otra onda de pensamiento. La capacidad de cocrear esos pensamientos cada vez es más intensa, más real. Así que asegúrate que la elección de tus pensamientos, de tus proyecciones, de tus intenciones están en línea con el objetivo de tu vida, con el propósito que tu hayas definido.
Y cuando sientas un juicio, cuando sientas una opinión, cuando sientas que la negatividad viene a ti, cámbialo. Obsérvalo primero, entiende de donde viene, no lo deseches sin más, entiende cuales son los mecanismos de tu cuerpo, de tu mente, de tu espíritu y sobre todo de tus emociones, para comenzar a estrenar un nuevo campo emocional en el que no se le impregnen esas emociones no digeridas, poco digeridas o en proceso de digestión.
Lidiar con las emociones es la gran asignatura pendiente, es el gran cambio de esta era, el gran aprendizaje.
Abandera este cambio, este nuevo cambio, enfocando no en las emociones primarias, sino desde el corazón. Desde la gran madre compasiva, transmutadora, positiva y alegre. Que vengan a ti únicamente las lecciones que necesites, que te ayuden a elevarte aún más, que vayas descubriendo esos nuevos océanos y cruzándote con los seres que estén en tu misma vibración.
No utilices la mente utiliza tu corazón, que te permita guiar, sentir, ser la brújula de tu vida. No se trata de entender, sino de integrar. Lo que hoy no entiendes mañana tendrás la capacidad de comprenderlo.
Abandera ese cambio estrenando una nueva concepción del amor, puro, transformador, noble. Con una comunicación de alma a alma, de piel a piel, de corazón a corazón. Sin miedos, sin mochilas del pasado, sin piedras que arrojar para defendernos. Eso ya no corresponde con estos tiempos. No hay nada de qué defenderse, no hay nada por qué luchar. No hay miedos que deban aferrarse a nuestro ser. Hay únicamente consciencia.
Abandera el cambio desde tu fluir delicado, amoroso, despierto, elevado, cercano y real.
Abandera el cambio no desde un retiro del mundo, sino formando parte activa de él.
Y abandera ese cambio desde el brillo de tus ojos, la sonrisa de tu boca y el latir de tu corazón.
Abandera tu propio cambio, despliega tus alas, expande tu luz, siembra semillas de consciencia, conviértete en AMOR.
¡Que así sea, así es, hecho está!
Mensaje canalizado 13.11.2019
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