CAMINANDO HACIA LA UNIDAD

por | Ago 22, 2019 | Metafísica | 0 Comentarios

CAMINANDO HACIA LA UNIDAD

 

En esas sociedades en las que vivís, en esos mundos que habéis construido todo es separación.

Hombres y mujeres luchan por el poder, las diferentes razas luchan por el poder, las diferentes religiones, los diferentes países, las diferentes empresas, las diferentes personas lucha por el poder.

Porque sentís en lo más profundo de vuestro ser que el poder os permite sobrevivir, porque desde el principio de los tiempos tenéis arraigado en vuestro ser que estáis separados del resto de la creación y, además, que ese resto es hostil.

Entonces desarrolláis infinidad de tácticas de protección y para manteneros a salvo doblegáis a los demás.

Y es entonces cuanta mayor separación se produce, y es entonces cuando realmente os alejáis de la supervivencia.

 

Porque en la unidad está la clave de la existencia.

 

Todos y cada uno de vosotros portáis en vuestro ser la chispa de lo femenino divino y la chispa de lo masculino divino, ambas fusionadas en una única chispa.

Ser mujeres u hombres sólo es una apariencia externa, es una elección de qué cualidades de La Fuente manifestaréis con mayor intensidad.

Pero no es una elección en separación, porque ambas cualidades, ambas esencias, ambos principios os recorren y podéis manifestar uno u otro a vuestra elección sin necesidad de elegir.

Una de vuestras misiones, una de vuestras tareas u objetivos en esta encarnación es conseguir vivir en unidad, en unidad con las dos partes de vosotros mismos, porque sólo integrando ambas partes podréis comprender y sentir que aquellos que os rodean son también partes de vosotros mismos y, por tanto, nada hostil, nada separado.

En épocas muy remotas era la mujer la que subyugaba al hombre para poder sobrevivir.

Los últimos milenios ha sido el hombre quien ha sometido a la mujer para mantenerse a salvo.

Y estáis ahora en un momento energéticamente mágico para conseguir llegar al centro, al equilibrio. Para mirar más allá de lo que veis ambos, hombres o mujeres, en el otro.

 

Todos os movéis con el mismo deseo, sobrevivir.

 

Y en función de las circunstancias sois unos u otros los que ostentáis el poder de someter a la otra parte. Pero este someter, no procede de un acto de egoísmo o de maldad en ningún caso, sino de profundo dolor, de heridas no cicatrizadas, de miedos ancestrales, de lealtades impuestas.

En el fondo de vuestros corazones late la misma chispa divina, el mismo principio creador y expansivo, las mismas cualidades divinas.

Os aconsejamos que en lugar de mirar al otro para juzgar, para criticar, para acusar, os esforcéis en miraros a vosotros mismos para extraer desde ese foco de luz interno vuestras mejores herramientas para ser faros de luz que iluminen el camino de todos.

Si queréis cambiar vuestras realidades deberéis cambiar primero vosotros mismos, pues manifestáis en vuestros entornos aquello que creéis, decís, hacéis.

Y esto es aplicable no sólo al género femenino y masculino, sino a las razas, religiones, culturas.

Cuando os encontréis con lo diferente en lugar de asustaros y querer combatirlo porque no lo comprendéis, admiraos de la magia de la creación, de la diversidad de colores y aromas, de formas de expresión.

 

La paleta de colores de La Fuente es infinita, por eso cada uno de vosotros sois únicos e irrepetibles.

 

Os invitamos a mirar a aquellos que son distintos, especialmente distintos, con ojos de asombro, de curiosidad, de respeto y de admiración.

Los mismos ojos con los que deberíais miraros a vosotros mismos, porque cada uno de vosotros sois una joya divina.

En esta era de Acuario se os invita a formar una unidad partiendo de lo distinto, como si fuerais una única esfera formada por mil colores. Colores que se entremezclan entre sí pero que no pierden su brillo ni su cualidad.

 

Ser uno no implica perder la identidad, implica latir con un solo corazón.

 

Sabemos lo difícil que os resulta cerrar las heridas, abandonar el pasado, perdonar y avanzar.

Pero aunque a veces no lo creáis, aunque a veces no lo parezca por vuestras manifestaciones externas sois infinitamente más sabios que hace un segundo, infinitamente más amorosos, y estáis mucho más preparados para iniciar ese camino hacia la unidad.

Probablemente los pensamientos de juicio y crítica hacia lo diferente seguirán llegando a vuestros mentales todavía durante algún tiempo.

No os juzguéis por ello, no os castiguéis por ello.

Lo importante, lo necesario es que cuando lleguen conectéis con vuestro corazón, respiréis profundamente conectándoos con el latido universal y os permitáis sentiros uno, enviando amor a todo lo que existe, sin necesidad de perdonar ni perdonaros, sencillamente sintiéndoos uno y enviando amor a ese uno, todo regresa al equilibrio.

Poco a poco, suavemente, esos pensamientos de crítica, de juicio, de separación, irán reduciendo su número y su intensidad hasta desaparecer.

 

No hay prisa, tenéis toda la eternidad para conseguirlo. Cada uno a vuestro ritmo, a vuestra manera.

 

Nosotros y todos los que ahora sostenemos vuestro proceso seguiremos enviándoos amor incondicionalmente, pacientemente, con la certeza de que en un tiempo no lejano, os sentiréis uno con toda la creación.

 

Mensaje canalizado

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes

Categorías

SUSCRÍBETE A NUESTRO BLOG

SÍGUENOS EN YOUTUBE

Pin It on Pinterest