DESCUBRIENDO NUESTRAS CREENCIAS LIMITANTES

por | Ago 1, 2019 | Reflexión | 0 Comentarios

Desde que nacemos en cada nueva encarnación nos vemos bombardeados por infinidad de creencias o ideas.

Algunas de ellas provienen de nuestros clanes.

Otras de las religiones en las que somos educados.

Otras muchas, de las sociedades en las que vivimos.

Son mandatos inquebrantables que sigilosamente se graban en lo más profundo de nuestro inconsciente. Y desde ahí, manejan nuestras vidas.

La mayoría de las veces, esas creencias nos dictan lo que podemos o no podemos hacer, decir o sentir.

Son consignas con las que crecemos y que escuchamos a menudo en nuestros entornos y a las que otorgamos nuestro poder, aún sin ser conscientes de ello.

Incluso las personas que más nos aman graban en nosotros a fuego lento códigos de comportamiento y dogmas que admitimos como imprescindibles e inamovibles para poder ser amados, para ser “buenos” y poder seguir perteneciendo al clan.

Están tan integradas en nosotros que a menudo ni siquiera somos capaces de reconocer su influencia limitante en nuestra vida.

Damos por hecho que así es como debe ser, aunque eso signifique cortarnos las alas.

En nuestros entornos hay multitud de patrones y creencias cuyo objetivo es limitar nuestras vidas y nuestra capacidad de acción.

Todos ellos nos encorsetan dentro de unos parámetros con apariencia de seguridad pero que en realidad lo que consiguen es convertirnos en algo que no somos, pero en algo igual al resto.

Y así, las sociedades se aletargan creando clones que sigan manteniendo firmes los límites de seguridad.

Cualquier individuo que pretenda romper con esas normas, cruzar los límites o ser diferente es reprendido, castigado o expulsado.

Y como nadie quiere estar solo, todos seguimos el guion.

Pero la Vida es libertad, la Vida es fluir, la Vida es diversidad.

Y por eso en muchas ocasiones sentimos el impulso de cuestionar lo establecido, de probar nuevas formas de creer, actuar o sentir. De ser nosotros mismos.

Y es entonces cuando nuestras creencias más arraigadas surgen con virulencia.

Cada vez que la Vida nos ofrece la oportunidad de cambiar nuestra forma de bailar con ella toda una batería de patrones de comportamiento instalados en nosotros pugna por no ser desterrados.

Y no nos atrevemos a romperlos por miedo a equivocarnos, por miedo a dejar de ser aceptados.

Incluso cuando esas ideas o formas de vida nos hieren, preferimos asumir el dolor que nadar contracorriente.

Se nos olvida que somos libres, que tenemos el derecho y la responsabilidad de ser quienes queramos ser.

Deberíamos recordar que nuestro poder personal es infinito y, por tanto, que somos capaces de lograr cualquier meta con sólo poner nuestra intención y dirigir hacia ella nuestros pasos.

Nuestra mente es una fuente de creación ilimitada y allí donde la focalizamos creamos nuestra realidad.

Si damos validez a una creencia limitante y permitimos que nuestra mente se focalice en ella, ese límite moldeará nuestra realidad, haciéndose presente en nuestras vidas.

Creamos lo que creemos, por tanto, elijamos con sumo cuidado qué creencias y patrones de comportamiento nutren nuestro campo mental.

Si nos observamos con curiosidad, sin juicio ni crítica, descubriremos esa multitud de creencias y patrones limitantes que rigen silenciosamente nuestras vidas.

Y una vez detectados esos pensamientos limitadores podremos decidir qué hacer con ellos.

No es necesario disolverlos o transformarlos si no lo deseamos o no nos sentimos con fuerzas todavía.

El hecho de reconocerlos ya es una liberación porque así sabremos en qué áreas de nuestra vida hemos cedido nuestro poder y a quién o qué.

Cuando estemos listos, si es nuestro deseo, podremos deshacerlos y permitir que creencias impulsivas y liberadoras empujen nuestra Vida.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes

Categorías

SUSCRÍBETE A NUESTRO BLOG

SÍGUENOS EN YOUTUBE

Pin It on Pinterest