Buscáis fuera lo que ya está dentro.
Otorgáis poder a todo aquello que no sois vosotros.
Lo otorgáis a vuestros dirigentes, a vuestros científicos, a vuestras religiones, a vuestras sociedades.
Les permitís gobernaros decidiendo por vosotros, dejándoles establecer un sistema de prioridades apto para todos.
Y eso os convierte en esclavos, en súbditos, ejecutando fielmente y enérgicamente todos sus mandatos.
Eso os aleja aún más de quienes sois.
La necesidad de pertenecer a un clan, sea este cual sea, aún vibra poderosamente en cada uno de vosotros.
Os recuerda un pasado muy lejano en el que pertenecer a un grupo era la única manera de sobrevivir, y no recordáis que eso ya fue.
Se os olvida que habéis crecido enormemente y os habéis desarrollado más allá de vuestros instintos primarios.
Que habéis transitado ya a través de vuestros tres primeros chakras, de vuestros centros inferiores, y que en este momento estáis capacitados ya para tomar las decisiones desde vuestro propio corazón y desde vuestra garganta, desde vuestro centro de mando, desde ese lugar en el que sois uno con vuestro Ser Superior y con La Fuente misma.
Vuestra sabiduría interna está ya disponible. Ya habéis aprendido qué es vivir en comunidad, en sociedad, ya habéis aprendido a discernir qué es amoroso y qué no lo es para el conjunto de la humanidad.
Y ahora estáis listos para discernir qué es lo más amoroso para vosotros y qué es lo que os separa de vosotros mismos.
Tomar decisiones diferentes al resto no os hace ni mejores ni peores, os hace libres, os hace felices, os devuelve el poder que habéis entregado al otro.
Reclamad ese poder que es únicamente vuestro, pero también devolved el poder a otros que os lo habían entregado previamente.
Cada uno de los componentes de la humanidad actual debe tomar las decisiones por sí mismo y para sí mismo.
Esto no quiere decir que tome decisiones que sólo le beneficien a él perjudicando a otros. Lo único que implica es tomar decisiones que os hagan felices sin limitar la libertad del otro, sin limitar su felicidad, sin interferir en sus decisiones.
El amor propio no es egoísmo, no es egocentrismo, es sencillamente Amor, Libertad, Fluidez, Felicidad.
No siempre vuestras decisiones harán felices a los demás, pero siempre que las toméis desde el corazón, desde el Amor, con el único objetivo de ser más libres y felices y vivir en consonancia con quiénes sois, sin la intención de dañar o herir al otro, siempre que lo hagáis así estaréis en el camino del Amor.
Y cómo sienta el otro que le afectan esas decisiones le corresponde a ese otro, no a vosotros.
De la misma forma que él o ella deberán tomar sus propias decisiones encaminadas a ser más libres y más felices, respetando siempre vuestros movimientos también.
Es hora de abandonar esos condicionantes que transforman el Amor por uno mismo en egoísmo, es hora de abandonar esos patrones limitantes que os dicen que todo cuanto hagáis, sintáis o penséis debe ser siempre en beneficio del prójimo, del próximo, sin teneros en cuenta porque según ellos eso es lo único que os llevará a la bondad.
Ser bondadoso no es ponerse en último lugar, ser bondadoso es tener en cuenta al prójimo como a uno mismo, ni más, ni menos.
Ser bondadoso es comprender que algunas de vuestras decisiones no van a gustar a aquellos que tenéis cerca y para amortiguar el impacto que produzcan en ellos les enviaréis amor.
Pero siempre que esas decisiones que tomáis sean desde el corazón con la única intención de ser libres, de estar más en consonancia con aquello que habéis venido a hacer, serán decisiones amorosas y bondadosas porque cada vez que vosotros os amáis, amáis al próximo, cada vez que vosotros os tenéis en cuenta tenéis en cuenta al próximo, porque recordad que todos somos uno.
Y cuando brilláis en plenitud y felicidad la energía del planeta se eleva y eso es un regalo también para vuestros hermanos.
Cada vez que os liberáis de una de vuestras cadenas, liberáis también al resto de la humanidad con vuestro ejemplo.
Elevando vuestra vibración eleváis también la suya.
Abandonad la idea de que para ser espiritual, bueno, hay que ser pobre, o permitirlo todo, o entregar todo aquello que tenéis sin quedaros nada.
Eso es un viejo patrón de aquellos que han querido mantener en control a toda la humanidad, mantenerla esclava de sus propias creencias.
La Abundancia Universal es ilimitada. Eso significa que hay mucho más de lo que necesita la humanidad. Eso significa que por mucho que tú cojas de esa Abundancia, el resto siempre tendrá lo que necesite o desee coger porque por mucho que cojáis nunca se acabará.
Sólo un corazón feliz, libre, podrá amar incondicionalmente.
Desde la tristeza, desde la sumisión, desde la limitación, desde la carencia nadie llega a la expansión. Porque siempre habrá una parte de sí mismo que estará en sombra.
Os animo a disfrutar de la vida, a sentir en vuestros corazones que todo es posible, que la Abundancia es ilimitada y está ahí para todos y cada uno de vosotros, sin distinción.
Que por mucho que hagáis o penséis eso sólo os afecta a vosotros mismos y no limita la Abundancia del prójimo.
Cada uno sois responsables del entorno que manifestáis.
Por mucho que creáis estar influyendo tanto en el entorno de vuestros compañeros, realmente esos compañeros sólo se verán influidos por vuestras decisiones si lo permiten. Si afectáis a sus realidades está en sus manos cambiarlo.
La Vida es mucho más sencilla de lo que imagináis y de lo que vivís.
Es hora de disfrutarla intensamente, cada instante, a cada paso.
Recordad que sois creadores de todo cuanto ocurre en vuestras vidas.
Mensaje canalizado. Maestra Lady Rowena.
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