¿Qué es la verdad?.
Siento que la vida no deja de ser una mera ilusión, y cada uno le vamos dando forma según vivimos o según vamos afrontando lo que nos va apareciendo en el camino. Creamos nuestra propia realidad y lo que para uno de nosotros es la verdad absoluta e indiscutible, para otro no existe o no es real.
Como vivimos, como pensamos, como sentimos o como reaccionamos, es una consecuencia de nuestro caminar en la vida, tanto de la educación que nos han dado, como del entorno en el que nos estamos relacionando, de las experiencias que hemos tenido que afrontar y de las lecciones que hemos aprendido de estas experiencias. Por eso cada uno de nosotros es “rico” en matices, en “sus matices». Es fascinante escuchar a los demás, y es algo que no hacemos muy a menudo, estamos tan centrados en nuestro exterior que no escuchamos a los demás, incluso no nos escuchamos a nosotros mismos. Cuando alguien nos está contando sus problemas, o bien hay momentos en los que desconectamos pensando en otras cosas, o bien rápidamente hablamos de nosotros, de lo que nos ha recordado de nuestra propia vida, porque parece que la única música que nos gusta escuchar es nuestra propia voz, o bien tratamos de darles una solución a lo que nos están contando, cuando no nos están pidiendo nada, solo que les escuchemos. Y no, eso no es escuchar, no tiene nada que ver con escuchar, con eso que se llama “escucha activa”. Porque no nos paramos, porque no somos capaces de vivir el momento presente, ese instante, porque no nos centramos en el aquí y en el ahora, porque siempre nuestra mente va por delante pensando en lo que hay por hacer…., o por detrás en lo que teníamos que haber hecho…. Porque en muchos casos hemos perdido la generosidad de ofrecer nuestro tiempo para escuchar con amor a los demás.
Y muchas veces cuando “escuchas” te enriqueces. Y siempre aprendes como los demás han vivido esta situación o la otra. Sin juicios, cada uno hacemos lo que podemos, según nuestro grado de evolución. No es ni mejor, ni peor, ni lo correcto o incorrecto; por eso debemos dejar de juzgar a los demás, y mucho antes de eso dejar de juzgarnos a nosotros mismos. Porque normalmente cuando nos juzgamos o juzgamos a los otros, todos salimos muy mal parados.
Y cuando entiendes que cada uno estamos en un momento vital, el nuestro, personal e intransferible, que viene de lejos, y que nada, ni nadie puede juzgar, comienzas a entender mejor las cosas. Comienzas a sentir un poco más de empatía por los demás, a ir experimentando esa “compasión”, que no “pena” hacia los otros, y comienzas a vivir de una forma mucho más plena contigo mismo. A aceptar que todo lo que vives es por algo, es para algo, y que debes sacar lo positivo y seguir avanzando, agradeciendo y viviendo desde tu corazón. No desde tu mente. Tu corazón te va a ir indicando el camino a seguir y las personas con las que conectar, tu corazón te va a mostrar que te hace feliz. Porque, yo soy de las que creen, que nuestra única obligación en esta vida es ser felices.
¿Qué es la verdad? Según todo esto podría ser una percepción personal, salvo verdades irrefutables y tangibles, el resto suele ser así. Por eso cuando escuchas a dos personas que están viviendo una misma situación, cada una te puede contar su interpretación de la situación aderezada con su propia gestión de las emociones y lo que va arrastrando en sus mochilas, que le añade un poco más de peso. Y seguramente poco o nada tiene que ver una historia de la otra. Los dos están en lo cierto, según su propia verdad. Cada uno se esfuerza por llevar la razón, convencer al otro, convencerse a si mismo e imponer su verdad. Y al final cada vez van alejándose más y mas.
Que cada uno saque sus propias conclusiones, creo que mi verdad es mía, es válida, es lícita y es parte de mís valores, experiencias, opciones de vida. Y las verdades de los demás también nos pueden aportar un poco de luz, de tolerancia, empatía y de comprensión. Creo que es bueno escuchar, como un espectador, sin identificarse con lo que escuchas, sin sentimientos. Si hay algo constructivo que pueda ayudarte en tu camino cógelo. Y sino déjalo ir.
0 comentarios