https://youtu.be/9J1tWXIBT0g
2.019, un año mágico!
Es la culminación de un gran proceso de transformación no sólo de la Tierra, de Gaia, sino de la humanidad y de todos los seres vivos que habitan en el planeta azul.
Los últimos cinco años han sido años desafiantes.
La vibración que les acompañaba tenía como objetivo removernos, sacudirnos de la cabeza a los pies, ayudarnos a soltar todo aquello que nos anclaba, que nos limitaba, que nos paralizaba y no nos dejaba avanzar ligeros, felices.
Han sido años en los que las lecciones no aprendidas o no completadas del todo han regresado a nosotros de mil formas y maneras para que no nos quedara más remedio que mirar, prestar atención a todo aquello que aún estaba sin cerrar o sin sanar.
Esto no es algo que ocurra por imposición divina o universal. Son las peticiones de nuestras esencias, de nuestros corazones.
Porque el deseo de avanzar, de seguir experimentando todas las facetas del Amor, de conocernos y de reconocernos en el otro, esos deseos, están en nuestros corazones, grabados en nuestro inconsciente y en nuestro ADN físico y energético.
Y la Vida, el flujo vital, con su magia amorosa nos ofrece una y otra vez aquello que necesitamos recordar o aprender para que podamos integrarlo en todo nuestro ser.
Y así ascenderemos por la espiral evolutiva siendo cada vez más sabios, y por tanto más amorosos, estando cada vez más en conexión con La Fuente y por tanto con nosotros mismos y al revés, reconociéndonos mejor, con más nitidez y por tanto reconociendo a La Fuente en todo y en todos, a esa chispa de Amor que brilla en cada una de las creaciones del Universo.
Han sido años intensos, convulsos, desafiantes y en función de cómo los hayamos vivido, de cómo nos hayamos sentido, han podido ser años difíciles, dolorosos incluso, retadores.
Si hemos querido aprovechar esas energías de cambio y transformación, de desapego, es probable que ahora nos sintamos vacíos porque allí donde había dolor, miedo, apego, ahora no hay nada.
Y eso nos desorienta, nos desequilibra, nos hace sentir incluso incómodos porque no estamos acostumbrados a esta nueva sensación de vacío, porque tenemos una creencia firmemente arraigada de que el vacío no es equilibrio, no es bueno, cuando en realidad sólo en el vacío podemos manifestar algo.
El vacío es como un lienzo en blanco donde escribir nuevos poemas, nuevas canciones, nuevas historias, donde dibujar nuevos paisajes, nuevas realidades.
Y así llegamos listos para las nuevas energías que llegan con el 2.019, para esta nueva vibración, una vibración de ligereza, de libertad, de manifestación rápida, de precipitación instantánea.
El 2.019 es el primer año en el que la era Acuario se manifestará en plenitud, una era en la que la libertad, la unidad, el compartir, la felicidad, la ligereza lo inundará todo. Esta nueva vibración nos empuja, nos mueve de nuestro lugar y eso, a veces, nos desestabiliza.
Pero si confiamos, si confiamos en la Vida, en el Universo, en el Amor, esa vibración de impulso, de empuje, de movimiento nos empujará suavemente hacia caminos nuevos más felices, más en paz, más en consonancia con lo que somos, con lo que siempre hemos sido.
La vibración que acompaña al 2.019 es una vibración de precipitación, de manifestación, de creación.
Somos los creadores de nuestra vida, de nuestras realidades en cada instante. Tenemos ese gran poder, ese gran don. Reside en el corazón de cada uno de nosotros.
Hasta ahora manifestar aquello que deseábamos o que necesitábamos era un trabajo costoso. Las energías eran más densas y además estaban para hacernos vaciar, para ayudarnos a reconocernos y a ver aquello que estaban en el interior de nuestros corazones.
Sin embargo ahora, una vez hecho ese trabajo, la energía que nos rodea es una energía de creación.
Todo aquello que soñamos, que deseamos, se manifestará en nuestras realidades de una manera más sencilla, más rápida, más fácil.
Sólo tenemos que confiar, confiar 100 por 100 desde el corazón, no desde la mente.
Debemos sintonizarnos con esa certeza de que todo es posible, de que somos merecedores de todo lo mejor, de que la felicidad es nuestra por derecho, de que hemos venido a ser felices y a ayudar a los demás a ser felices también. Debemos recordar que el sufrimiento es sólo una elección nuestra, no una obligación o un precio a pagar.
Aprovechemos estas nuevas vibraciones y agradezcamos al 2.019 que haya llegado a nuestras vidas con aire fresco y renovado, con impulso, con entusiasmo.
Abramos nuestros corazones a esta nueva energía de alegría, de creatividad, de creación.
Sintámonos apoyados, sostenidos, abrazados por todo el Amor que el Universo es, que somos nosotros, y dejemos que ese Amor nos empuje hacia la Vida, hacia la felicidad.
Gracias por TODO
Gracias a ti por leernos. Te deseamos de corazón un feliz y mágico 2.019. Nuestro corazón es contigo.