Igual que vosotros tenéis un cuerpo físico en el que encarnáis, una conciencia unificada de gran sabiduría encarna a través de los cristales.
Es su forma de hacerse presente en nuestro plano.
De igual manera que yo os proporciono a vosotros los componentes físicos necesarios para crear esos bellos vehículos que usáis en la encarnación, también a esta conciencia evolucionada la proporciono una forma concreta de encarnar en el plano físico.
Desde siempre, los cristales han concentrado en ellos toda la sabiduría ancestral.
En función del cuerpo físico que ellos adoptan os muestran una parte concreta de ese conocimiento.
Algunos os conectan con vuestros pasados lemurianos, otros con el Amor Incondicional, otros con la certeza de que sois uno con La Fuente Creadora y por tanto conmigo y con todo lo creado. Y así podríamos seguir hasta un infinito de formas específicas con objetivos concretos.
Son regalos que La Fuente os hace, son regalos que yo os hago, para ayudaros a avanzar, para ayudaros a sentiros más amados, más sostenidos, más apoyados.
¡Porque os sentís tan solos, tan perdidos!
Estos cristales, estas conciencias que residen en ellos sólo trabajan desde el más puro amor y están a vuestra disposición para aquello que necesitéis.
No los tratéis como objetos pues no lo son. Tratadlos como a unos hermanos que vienen desde otros lugares, con otras formas, a compartir vuestras vidas y a darles luz para que vuestros caminos sean más sencillos, más ligeros, más felices.
Cualquier cristal que llegue a vosotros será el perfecto y el adecuado para ese instante evolutivo.
Dejadles ofreceros todo lo que tienen para vosotros.
Si se lo permitís su vibración energética se pondrá en contacto con la vuestra y activará en vosotros aquellas puertas ahora cerradas, aquellos portales energéticos aún ocultos que necesitéis redescubrir o equilibrar.
Su sola presencia equilibra vuestros cuerpos sutiles, cada uno de ellos de la forma en que han venido a trabajar.
De la misma forma que cada uno de vosotros sois iguales a los demás en el fondo pero distintos en la forma no sólo física sino de comportamiento, sentimiento y acción, ellos son exactamente igual; únicos en el fondo, infinitos en sus manifestaciones y efectos.
Algunos de ellos os servirán para armonizar vuestros hogares, vuestros lugares de trabajo, equilibrando la energía de esos espacios, transmutando la densidad y convirtiéndola en luz brillante que os ayude a veros con mayor claridad, que os ayude a encontrar la Paz, el Amor.
Cuando queráis colocar alguno de estos hermanos en vuestros espacios llevadlos al corazón con vuestras manos, sentid su vibración, su energía, su gran amor y dejad que os guíen a la ubicación más apropiada en ese lugar.
No permitáis que vuestros mentales intervengan, no dudes de aquello que sentís; siempre estará perfecto.
Revisad de vez en cuando esta ubicación y dedicad de vez en cuando algún instante a agradecer a estas conciencias su labor por vosotros, dedicadles amor, porque así lo reflejarán con mayor intensidad en vuestros espacios personales y profesionales.
Lavadlos de vez en cuando si es vuestro deseo bajo un agua fresca, limpia para ayudarles a realizar el trabajo de transmutación, para que les sea más sencillo, más ligero.
Dejarlos reposar al Sol o a la Luna también les ayudará a reconectarse con la conciencia que les habita y realizar así su servicio de luz con mayor intensidad.
Quemar algún incienso natural y dejar que su humo los envuelva también es una buena manera de ayudarles a limpiarse de aquellos residuos energéticos que están transformando en vuestros espacios.
En otras ocasiones estas conciencias amorosas llegan a vosotros para ayudaros en vuestro crecimiento, en vuestro recuerdo, en vuestra evolución.
Podéis cogerlos amorosamente entre vuestras manos y acercarlos a cualquiera de vuestros centros energéticos llamados chakras y sentir en cuál de ellos son más necesarios en ese momento.
También podéis pasar ratos observándolos con la intención de conectar con ellos de corazón a corazón, de conciencia a conciencia, para que os ayuden a comprender aquello que hoy os preocupa, para que os ayuden a aceptar la experiencia que estáis transitando, para que os muestren cuál es el camino más ligero y feliz en este momento.
Puede que recibáis esa información en esos mismos instantes en forma de imágenes, de mensajes, de sensaciones. Pero puede que nada de eso ocurra y sin embargo las respuestas surjan en vosotros de una manera suave y espontánea, que sea la propia Vida la que las vaya manifestando para vosotros.
Si necesitáis algo concreto de ellos pedídselo con amor y con humildad. Tened por seguro que escucharán vuestras plegarias.
Todo lo que os rodea es Conciencia, es Amor, es Conocimiento en un cuerpo físico concreto.
Estáis rodeados de Vida, de Sabiduría, de Fuerza Creadora, de Amor y Paz.
Todo está vivo en mí.
Recordadlo siempre, mis amados niños.
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