Nuestro Nuevo Centro De Decisión
A veces, olvidamos los avances que hemos realizado desde el principio de nuestra andadura por este maravilloso planeta azul.
Nuestra misión aquí es experimentar todas las facetas del Amor y eso incluye también aprender cómo se vive en su ausencia. Por eso, comenzamos nuestro viaje desde la más absoluta separación de nosotros mismos, del Amor que somos.
Así que como primer paso y durante muchas eras, milenios por tanto, trabajamos la supervivencia ,asociada al desarrollo del Primer Chakra.
Nos reconocimos como animales que conseguían sobrevivir dentro de un clan.
En esas épocas experimentamos la soledad y también la vida en grupo, los aspectos positivos y los limitantes de ambas opciones.
A medida que sobrepasamos ese umbral de lo instintivo fuimos experimentando la alegría, la diversión y la tristeza.
Reíamos y llorábamos, pero ya no como una respuesta física al placer o al dolor, sino como una respuesta emocional.
Nuestras reacciones empezaron a surgir desde nuestro campo emocional, vinculado al Chakra Dos, y poco a poco comenzamos a elevarnos y a utilizar nuestro cerebro de una forma más útil y avanzada.
Y comenzamos a pensar y a tener ego, y a sentir que éramos más o que éramos menos, desde unos puntos de vista que habíamos adoptado como propios pero que en realidad pertenecían a nuestros clanes, familias, amigos, religiones, grupos sociales.
Nuestro Tercer Chakra tomaba el control.
En ninguna de esas etapas trabajábamos desde el Amor profundo y desinteresado.
En ninguno de esos ciclos estábamos aún listos para conectar desde el Corazón con todo lo que habita el planeta.
Es ahora, en esta transición de la Era Piscis a la Era Acuario cuando hemos comenzado a utilizar el Corazón, el Chakra 4, pero sin saber muy bien cómo hacerlo, sin comprender qué se esconde detrás de él.
Comenzamos a sentir Amor, a recibirlo, pero siempre hacia el otro y desde el otro. Dios me quiere yo quiero a Dios, mi hermano me quiere yo quiero a mi hermano.
Pero es en este momento evolutivo, cuando las energías del planeta, las energías de la humanidad y la de todos los seres que nos están ayudando a sostener la vibración del Amor Incondicional, están haciendo efecto en nosotros en mayor medida, posibilitando la apertura de nuestro Chakra de la Garganta a nuevas realidades, ayudándonos a activar nuestro Chakra del Timo como nunca antes e impulsándonos a abrir la Cámara Secreta del Corazón para que la Llama Triple pueda comenzar a vibrar en libertad, convirtiéndose en el centro real de nuestro Chakra Corazón.
El Chakra Corazón ha sufrido una gran transformación igual que el resto de nuestros centros energéticos, y ha pasado de ser un mero centro de intercambio de Amor con el otro al centro del Amor mismo, porque es ahí donde reside nuestra Chispa Divina, es ahí donde reside ese Amor que somos.
Y eso nos permite comenzar a amarnos sin miedos y sin juicios y comenzar a sentir que no es que Dios nos ame, es que Dios somos nosotros, DiosDiosa, Universo, Fuente Creadora, como queramos llamarlo.
El Amor mismo, la Sabiduría y la Fuerza, todo en uno, ahí brillando en nosotros. Justo detrás de esa puerta a la que llamamos Chakra Cuarto, en el medio de todo nuestro Ser.
Hemos pasado de trabajar con los centros energéticos inferiores como primordiales, que fue un paso imprescindible para reconocernos como seres humanos, como seres vivos que habitamos Gaia, a permitir que el Chakra Corazón junto con el Chakra del Timo, el Chakra de la Garganta y la Triple Llama funcionen como un gran centro de mando.
Todos ellos necesarios e imprescindibles, formando un conjunto perfectamente engranado, indivisible, imprescindibles cada una de sus partes.
Te invito a adentrarte en ellos, a reconocerlos, a probar esta nueva forma de Ser Amor que ya está disponible en todos nosotros.
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