PIDE AYUDA

por | Nov 10, 2022 | Reflexión | 2 Comentarios

PIDE AYUDA cuando sientas que no encajas en ningún lugar donde te encuentras, que no te entienden, ni tu eres capaz de comprender las motivaciones ajenas. Cuando trates de convertirte en quien no eres, tan sólo para ser aceptado, visto, validado, querido.

PIDE AYUDA cuando mendigues atención, amor, presencia, tiempo. Cuando creas que no vales lo suficiente como para gustar por ti mismo, cuando te veas siendo tan complaciente que en el camino comiences a perderte.

PIDE AYUDA cuando vayas por la vida siempre pidiendo permiso para ser tu, o perdón por no cumplir la exigencia, el capricho de las elevadas expectativas del público. Cuando la toxicidad la percibas con naturalidad.

PIDE AYUDA cuando te sientas culpable de todos los males, mientras los demás se escudan en «ya sabes como soy» o «no lo quería decir en serio», ellos se justifican y a ti te dirigen todos los dardos de la partida, porque te has convertido en la diana perfecta, tan sólo porque huyes de la confrontación, el conflicto. Tan sólo porque eres «fácil» para el chantaje emocional.

PIDE AYUDA cuando el aire no consiga llegar generoso a tus pulmones, cuando el pecho te pese, cuando la cabeza esté envuelta en neblina, cuando la vida te cueste cada día, un día más, otro pasito más, otra batalla más. Cuando veas que todo es una pesada rutina sin esperanza en el horizonte, sin el motor de la ilusión.

PIDE AYUDA cuando tus quejas suenen más fuerte que tus agradecimientos, cuando sientas la injusticia en tus carnes, cuando creas que no puedes cambiar nada, solo sentirte víctima y lamentarte.

PIDE AYUDA cuando te sientas intimidado, abrumado, cuando te sientas vulnerado, cuando te sientas maltratado física o verbalmente. Cuando abusen de tu confianza, de tu nobleza, de tu falta de experiencia.

PIDE AYUDA cuando tus padres vuelquen sus frustraciones, apegos sobre ti, encadenándote con lo que «deberías ser, cómo lo deberías hacer, cómo deberías pensar, cómo deberías vivir tu vida» según sus creencias, incluso cuando tratan de encajarte en sus antiguos modelos de «ganarse la vida». Hablarán sus miedos por mucho que los disfracen de amor.

PIDE AYUDA cuando descubras que tu personaje te gusta más que tu realidad, cuando te dediques a crear el protagonista ideal capaz de enamorar a todos y a todas, a convertirlo en un objeto de adoración, de vanidad, de superficialidad y vacío.

PIDE AYUDA cuando en el silencio de tu hogar suenen los golpes, los insultos, los desprecios de la cobardía sobre tu cuerpo. Cuando tu refugio se ha convertido en tu cárcel.

PIDE AYUDA cuando no consigas dormir, cuando no puedas dejar de pensar en un bucle infinito, cuando los «Y si….» comiencen a paralizar tus acciones y cada día te veas más y más débil, más y más frágil, menos y menos capaz.

PIDE AYUDA cuando los lastres de las culpas no te dejen coger aire, cuando las cargas de las obligaciones propias e impuestas, reales e imaginarias pesen más que tu deseo de iniciar un cambio.

PIDE AYUDA una y mil veces, las que hagan falta. Coge las riendas de tu vida, a pesar de sentir que no tienes fuerza, y avanza, sal, pon la intención de sanar, de contar lo que te pasa y comienza una terapia, la que quieras, con quien quieras. La que pueda abrir nuevos caminos, dotarte de herramientas para volver a brillar, a vivir.

Lucha por ti porque te descubrirás con unas capacidades y una fortaleza únicas. Porque al creer en tí, creerás en la vida, confiarás en ella y te darás cuenta que todo pasa, que todo se soluciona, que según el prisma con el que lo mires, según la actitud que elijas todo cambia, se transforma, se recoloca.

A través de terapias al alcance real de quien lo necesite, sin importar cualquier economía, con diferentes opciones, con flexibilidad. En perfecto y justo equilibrio para todos: terapeutas y pacientes.

Comienza a vivir en tiempo presente, aquí y ahora. Dejando el pasado que nos muestre recuerdos cual viejas películas en blanco y negro. Que el futuro nos permita soñar mil y una posibilidades. Devolviéndonos al ahora, a este instante, conscientes, con el corazón en pleno latido, vivos.

Veo parejas que no se soportan y siguen manteniendo su propio «calvario». Separaciones que se convierten en batallas campales de reproches, odio y rencor. Hijos incapaces de poder escuchar a sus padres y padres incapaces de poder hablar con sus hijos. Economías que no se sabe como llegan a fin de mes apretados de gastos y con ridículos ingresos. Soledades que ahogan. Enfermedades que retan. Intransigencia, intolerancia, hastío, aburrimiento…..

Gente apática arrastrando los pies sin tener un destino donde llegar. Miradas tristes, ojos perdidos, cabezas humeantes rumiando una y otra vez las mismas quejas, los mismos problemas estresados, emociones reprimidas, miedos enquistados, ilusiones rotas, sueños perdidos, fortalezas desaparecidas. Ancianos, adultos, jóvenes y niños. Todos por igual.

Los tiempos son convulsos; sin embargo, siempre hay luz en el horizonte, siempre sale el gran sol. Si estamos en este momento, en este lugar, es por algo, para algo. Hemos elegido estar, formar parte de todo esto para evolucionar y crecer a nivel personal y social. Ayudar, sostener, simpatizar, colaborar y ofrecer una mano amiga para salir a flote. Porque tu eres yo. Porque todos somos uno. Por que todos somos luz irradiando amor por doquier.

Tal vez tan solo sea una mirada amable, una sonrisa, un gesto de complicidad, una chispa que te permita despertar y tomar consciencia, tomar responsabilidad y actuar. Un resonador que te haga recordar quien eres con su sola presencia o intención.

De igual manera, mantente al margen cuando no quieren ayuda, cuando están en su propio proceso y avanzan por caminos inexplicables o aparentemente contraproducentes. Como terapeuta, como amiga, como madre, como compañera, como hija, como pareja. Lo vivo cada día, nuestro papel es el de acompañar cariñosamente en el proceso desde el respeto, si ellos quieren o dejarles hacer sin intervenir. Convertirnos en un faro de luz para que sepan donde volver si ese es su deseo, su camino o su evolución.

Asi que no te olvides de pedir ayuda cuando lo necesites, nadie lo puede hacer por ti, es tu libre albedrio. Y si no lo necesitas dedícate a sembrar miradas, a dibujar sonrisas, a ensayar dulces gestos de amor. Porque se convertirán en la semilla del cambio. Ese cambio que podrá alumbrar la nueva vibración del amor un poquito más elevada, más refinada, mas hermosa e infinitamente contagiosa.

 

2 Comentarios

  1. Acabo de conocer tu canal por una amiga porque necesito ayuda y despues de leerte y escucharte siento que tus palabras pueden ser el camino… me gustaría formar parte y sentirme acompañado en el prceso de muerte y renacimiento del 20/04/23 al 01/06/23
    Te veo…GRACIAS

    Responder
    • Un placer acompañarte en este proceso. Te abrazo.

      Responder

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