PRACTIQUEMOS LA SORORIDAD

por | Nov 7, 2019 | Reflexión | 2 Comentarios

Según la RAE la SORORIDAD es la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento.

Es una palabra que he comenzado a escuchar en los últimos meses con habitualidad y reconozco que me encanta y me emociona a partes iguales.

Muchas de nosotras, mujeres de cualquier edad, hemos escuchado decir a otras mujeres que somos dañinas y envidiosas entre nosotras, que somos nuestro peor enemigo. Probablemente, incluso lo hemos llegado a decir también.

Y esas afirmaciones han llegado a calar en nuestro inconsciente colectivo hasta el punto de convertirse en una creencia muy arraigada en nosotras.

Pero ¿es una realidad?, ¿somos tan perjudiciales las unas para las otras?

¡¡¡¡Rotundamente NO!!!!

Todas tenemos miedos, cadenas, lealtades, angustias, alegrías, sueños, habilidades….

En entornos distintos vivimos realidades similares.

Y en el fondo, lo único que buscamos todas es sentirnos amadas, sentirnos felices, sentirnos libres.

En este momento de mi Vida, estoy teniendo el privilegio de facilitar junto a una amiga círculos de mujeres en el municipio en el que vivo y nunca imaginé los mágicos regalos que todas las valientes mujeres que acuden a ellos me iban a entregar.

Todas ellas son en apariencia distintas.

Algunas realizan trabajos muy distintos, otras se dedican en exclusiva a cuidar de su hogar y familia, algunas viven en pareja mientras otras caminan sin acompañante sentimental, unas son madres, otras no….

Sus vivencias hasta ahora les han traído a este momento por caminos muy diferentes y, por tanto, el filtro con el que perciben la vida no es el mismo; pero al mirarlas, al abrazarlas, al escucharlas me reconozco en cada una de ellas. Somos todas la misma mujer.

Todas nos hemos sentido rechazadas, juzgadas, menospreciadas; aunque también nos hemos sentido amadas, valoradas y respetadas.

Todas tenemos lealtades que nos esclavizan, miedos y cadenas; pero también tenemos sueños, proyectos y fortalezas.

Y lo que todas buscamos sin lugar a dudas es ser capaces de amarnos, respetarnos, escucharnos y cuidarnos a nosotras mismas, sin necesitar que nadie lo haga en nuestro lugar.

Y cuando lo consigamos, porque lo conseguiremos, sentiremos en lo más profundo del corazón que ninguna mujer es una enemiga.

Sabremos que todas las mujeres somos parte unas de otras.

Nos invito a todas las mujeres a no juzgar al resto de hermanas, pero tampoco a nosotras mismas.

Nos animo a recordar que no conocemos el camino recorrido por el resto de mujeres y, por tanto, no podemos comprender sus creencias, sus cadenas, sus comportamientos.

Nos invito a tener presente que todas estamos en el mismo camino: estamos intentando recordar cómo amarnos sin culpa, probando a priorizarnos sin que nos duela el alma, practicando el perdón y la aceptación con nosotras mismas sin que el corazón se nos rompa en mil pedazos, deshaciendo cadenas ancestrales y mirándonos con benevolencia por primera vez en mucho tiempo.

Somos mágicas, divertidas, generosas, amorosas, valientes, hábiles, inteligentes, fuertes y mucho más, y cuando no lo parecemos, es porque se nos ha olvidado que lo somos.

Ayudémonos a recordar que siempre somos todo lo que queramos ser.

¡¡¡Practiquemos la sororidad!!!

2 Comentarios

  1. Gracias por hacer que me conozca más y mejor, y aprenda a amarme y a saber que soy el único ser que va a estar conmigo hasta el final. Gracias a las dos por enseñarnos a amarnos. Pero sobre todo gracias por crear ese vínculo entre nosotras.

    Responder
    • Gracias a ti por recomenzar el camino del amor por ti misma y por tanto, por todas nosotras.

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes

Categorías

SUSCRÍBETE A NUESTRO BLOG

SÍGUENOS EN YOUTUBE

Pin It on Pinterest