Estáis presentes en estos momentos de la existencia, si bien puede reinar la confusión, la violencia, la incertidumbre o el caos; pero no os dejéis engañar por las apariencias, es un momento de trabajar la paz, es un momento de ir hacia el interior, de encontrar el punto de equilibrio esté donde esté, sea como sea. Es un momento para encontraros, no para perderos.
Aparentemente son momentos convulsos para los seres humanos que tienen el foco puesto más en el exterior, en el enjuiciamiento, en la crítica egoica, en la pelea incluso por llevar la razón, en tomar posiciones; pero no es un momento de posicionarse, es un momento de seguir construyendo desde dentro hacia afuera, desde la individualidad hacia la globalidad.
Mantén tu centro, tu luz y tu calma. Mantén la visión en una conducta de equilibrio, de amor, de respeto, de compasión, de entender que no eres ni uno ni otro, de entender que eres los dos, de entender que no hay separación entre tu y el que enjuicia, de sentir que eres únicamente amor, paz y luz.
Todo es perfecto, todo forma parte de un propósito, de una razón, de un hito en tu trabajo de evolución, no consumas tu energía defendiéndote, disculpándote, justificándote o mucho menos acusando, juzgando o criticando desde una óptica superior.
Construir un nuevo mundo con nuevos valores, el de la unidad, el del desapego, el de la hermandad. Con el objetivo de amar las diferencias y nutriros conscientemente de ellas.
Son tiempos de amor, de un amor profundo, de un amor desinteresado, puro y sincero. Ese amor es el que debéis dejar emerger en vuestros corazones.
Es tiempo de cambiar las ópticas y las formas de ver las cosas. Es tiempo de permitir que lo que creéis que sois deje paso a lo que verdaderamente sois. Es tiempo de perder esos lastres, esos condicionamientos, estas creencias, esas educaciones, ese encauzamiento y decidir donde queréis estar y quienes queréis ser.
Y todo lo que no sea como vosotros, ni vibre en vuestra misma frecuencia, no lo condenéis, ni coloquéis una etiqueta, ni dejéis de respetarlo, porque cada uno está donde debe estar, donde sus experiencias, sus aprendizajes y su desarrollo vital le han situado. En su lugar perfecto.
No se puede alumbrar con odio, con enfrentamiento, con imposición, con gritos, sólo podréis iluminar a través de vuestro ejemplo. Es tiempo de que os permitáis ser ese ejemplo de paz, de amor, de luz, de comprensión, de libertad.
Y desde ahí mostraros sin pretender aleccionar o forzar a nadie, solo ser espejo. Coherentes con vosotros mismos.
No creáis que las sombras serán capaces de apagar vuestra luz, las sombras están ahí para mostraros la potencia de luz que tenéis inherente.
Eres un hermoso ser de luz, que has venido con un propósito más elevado, que tienes unas capacidades mucho más ilimitadas, que tienes una sabiduría y un entendimiento mucho más profundo. No te quedes en la superficie de lo que otros pretenden hacerte creer, ni entregues tu poder personal a nada ni a nadie, navega por las profundidades de ti, podrás ver más allá y vivir desde tu esencia.
No temáis, no abráis vuestros corazones al miedo. Entended que todas las emociones están ahí para mostrar aspectos de vosotros mismos que no queréis ver, están ahí para aprender de ellas.
Observa el miedo, los miedos, desde fuera, desde la paz, desde la conexión contigo mismo, desde tu centro, obsérvalos, dales espacio para mostrarse, para entender su naturaleza y origen, porque cuando se muestren serás capaz de trascenderlos con amor.
Ninguna decisión que tomes desde el miedo te mostrará el camino adecuado, si bien las decisiones que tomes desde el amor te mostrarán el camino correcto.
Eso no quiere decir que niegues tus miedos o mires en la dirección contraria, eso quiere decir que solo la luz y el amor, la creencia en ti, en quién eres, la confianza en la vida te ayudarán en este proceso.
Todo ello nos lleva a encontrar por fin el rumbo hacia el corazón. La búsqueda que has comenzado en tu inicio de existencia, el de la espiritualidad, la conexión, el conocimiento, las inquietudes, el sentido de la vida, te lleva irremediablemente al destino que es tu corazón, tu luz, tu esencia divina, perfecta.
Todos los caminos te llevan ahí y las experiencias vitales de estos momentos de encarnación te llevan ahí. Así pues, reposa tus pasos, disfrútalos, conecta con la tierra, contigo, con la fuente y permítete brillar como ese ser solar en el que has venido a convertirte.
Que la paz, la luz y el amor llenen tu corazón, tus palabras y tus actos.
Mensaje canalizado. 20/08/20
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