SOLTAR PARA SANAR

por | Jun 9, 2018 | Reflexión | 4 Comentarios

A veces hay que soltar las velas para recuperar la estabilidad del barco.

Hay que soltar para dejar ir lo que ya no nos hace felices.

Hay que soltar para permitir que la brisa fresca vuelva acariciarnos la cara.

Hay que soltar para dar una bocanada de aire y poder respirar, sin sentir un dolor en el pecho.

Hay que soltar para liberar sanamente todas esas emociones que están bloqueadas en el interior y luchan por salir a borbotones sin importar lo que arrasen.

Hay que soltar para vaciarse por dentro.

Hay que soltar para enfrentarse a los miedos y vencerlos.

Hay que soltar con valentía y vivir una vida con coherencia.

Hay que soltar para llamar a la verdad por su nombre y no permitir mentiras, ni siquiera las que uno se susurra con piedad para conservar el sueño.

Hay que soltar para mantener la cordura.

Hay que soltar para conservar la sonrisa que nos brota de dentro.

Hay que soltar para dejar de sentirnos solos sin estarlo.

Hay que soltar para permitir al otro decidir sus propios procesos, sin intervenir, sin juicios, sin apegos.

Hay que soltar porque no se puede vivir de los recuerdos de cuando éramos los enamorados felices que se alimentaban de besos y respiraban ilusión.

Hay que soltar para que sobreviva el respeto hacia el otro y, en todo caso, hacia uno mismo.

Hay que soltar por amor, porque el amor es el único argumento que da sentido a nuestras vidas.

Hay que soltar para ser feliz.

Hay que soltar para no dañar.

Hay que soltar para dejar vivir.

Hay que soltar porque el tiempo serena las emociones y calma los ímpetus.

Hay que soltar porque el camino de descubrir qué queremos en la vida lo tenemos que transitar solos.

Hay que soltar porque te quiero bien y porque yo también he aprendido a quererme.

Hay que soltar porque nos merecemos el sonido vibrante de nuestras risas.

Hay que soltar para vaciar el depósito de las lágrimas cuando aún están tibias antes de que la frialdad las convierta en amargura.

Hay que soltar para recuperar el equilibrio y la paz.

Hay que soltar porque nadie nos pertenece, ni pertenecemos a nadie.

Hay que soltar para sanar.

Hay que soltar porque este camino, por alguna razón mayor, ya habíamos decidido que no lo haríamos juntos.

Hay que soltar para poder desearle lo mejor al otro.

Hay que soltar porque el sol siempre nos espera radiante, luminoso y cálido en el horizonte cada mañana.

Hay que soltar para no mantener las manos unidas por rutina mientras el corazón se va desgarrando.

Hay que soltar para dejar de reescribir viejos diarios y proseguir con nuestro gran libro.

Hay que soltar para pedir perdón y perdonar, pero por encima de todo para agradecer.

Hay que soltar porque cuando se ha vivido una gran historia de amor, hasta el final merece ser un bonito cuento de hadas.

4 Comentarios

  1. Gracias desde lo mas profundo de mi alma. Infinitamente por siempre soltar y avanzar.

    Responder
    • Mil gracias a ti!. Feliz soltar, Feliz avanzar!

      Responder
  2. Precioso Popi. Muchas gracias.

    Responder
    • Muchísimas gracias Adrián

      Responder

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