Sueño con un mundo donde la libertad no sea una utopía para muchos, sino una certeza absoluta para todos.
Sueño con un mundo donde no existan las noticias de asesinatos, maltratos, violaciones, sobornos, corrupción, guerras, hambre, desolación, pobreza, humillación. No solo porque no existen esas voces que nos manipulan y nos dictan como debemos pensar, sino porque el ser humano haya dado unos pasos más allá en su evolución.
Sueño con un mundo en el que hombres y mujeres sumen juntos sus diferentes energías, para crear un sólido pilar juntos sin competir, sin luchar, sin dominios, sin reproches, sin manipulaciones, sin abusos. Que el compromiso no signifique cárcel o renuncia a uno mismo.
Sueño con un mundo en el que el color de la piel no discrimine, sino que muestre la hermosa paleta de colores que conviven en la naturaleza.
Sueño con un mundo en el que la fe no segmente, ni se radicalice con verdades impuestas con violencia, sino que cada una se enriquezca con las otras en un clima de respeto y tolerancia.
Sueño con un mundo en el que una mujer pueda caminar sola por la noche, vestida como se le antoje, sin sentir el miedo en todo su cuerpo.
Sueño con un mundo en el que permitamos a los niños ser sólo eso: niños, sin exigirles ser adultos, ni comprar sus afectos, ni que tengan que encargarse de liberarnos de nuestras frustraciones.
Sueño con un mundo en el que los animales sean tratados con cariño, con equilibrio y sin maltrato.
Sueño con un mundo donde los ancianos son escuchados, cuidados, integrados y respetados por toda su sabiduría. Y no apartados como si fueran deshecho.
Sueño con un mundo en el que nos sintamos responsables y conscientes de lo que heredarán las siguientes generaciones tras nuestro paso por la tierra.
Sueño un mundo donde reine la entrega en la sociedad, la empatía, la generosidad y no el egoísmo cortoplacista.
Sueño con un mundo donde lo material no sea el bien más preciado, porque todo lo que se puede comprar con dinero nunca será lo más valioso de nuestra vida.
Sueño con un mundo en el que los conflictos se resuelvan a través del diálogo consciente, las incertidumbres meditando y las injusticias calzándonos los zapatos de esos otros.
Y si no soy sólo yo la que sueña con esto, tratemos todos juntos de convertir estos sueños en una realidad.
0 comentarios