Una parte de mí regresa

por | Oct 31, 2020 | Metafísica | 0 Comentarios

Desde hace milenios la humanidad intuye, percibe que, durante estos días, aproximadamente entre el 29 de octubre y el 7 de noviembre, el velo, la separación entre el mundo físico y el mundo sutil se hace más fina, más pequeña, e incluso llega a desaparecer por instantes.

Se produce en una época, en un momento del año, de los ciclos, en el que comienza a percibirse con claridad esa separación entre la luz y la oscuridad.

En algunas partes del mundo, en el hemisferio norte, abandonáis los momentos de máxima luz para internaros en los momentos de máxima oscuridad, y en el hemisferio sur lo hacen a la inversa, regresan de momentos oscuros a la luz de la Vida.

Estáis rodeados de simbolismos, de arquetipos, y este es uno de los más importantes: Que todo en la vida es luz y sombra, luz y oscuridad, imprescindibles la una y la otra.

En vuestras vidas físicas los momentos de oscuridad y sombra que están relacionados con vuestros inviernos, os invitan al recogimiento físico, a permanecer encerrados, arropados, más en calma, con menos movimientos físicos, celebrando la Vida adentro, al calor del fuego, del fuego de vuestros corazones.

Esto es lo que implican los inviernos, regresar al corazón, regresar a vuestro interior, dejar de mirar fuera, dejar de mostrar fuera.

Implica revisar qué hay en mí que ya no resuena conmigo, qué arrastro del pasado que ya no tiene sentido, qué partes de mí aún están en oscuridad y aún no soy capaz de ver o de atender.

Y desde el calor de mi corazón y de mi fuego interno ilumino todos mis rincones, para darles luz, para atenderlos, sanarlos, ordenarlos y así ir preparando mi hogar interno para poder mostrarlo cuando la luz del día llegue.

Los veranos, momentos anuales de máxima luz, os invitan a mostrar ese trabajo realizado durante el invierno, a mostrar sus frutos.

Si habéis atendido vuestros interiores, vuestros hogares internos, a lo largo de la primavera habréis regado con amor, con conocimiento, con actitud, con paz y alegría esas partes vuestras que comienzan a florecer, que comienzan a dar sus primeras flores embriagándolo todo con sus aromas, y dando sus frutos máximos durante el verano.

Son momentos de compartir en el exterior, de danzar la vida fuera, de una forma más cercana con la naturaleza, aprovechando al máximo todas las horas de luz solar porque ellas nos reconectan con el conocimiento, un conocimiento que después aprovecharéis para volver a hacer esa mirada interna, y ya con una nueva sabiduría integrada podréis reordenaros con mayor facilidad y con mayor eficacia.

Este momento del paso de la luz a la sombra o de la sombra a la luz, también es vivido desde vuestros planos más sutiles.

Esa conexión entre lo que parece ser la oscuridad y que se asocia a vuestro plano de vida y lo que asociáis con la luz y con esos campos y planos vibracionales más elevados se produce en esos momentos, en esos cambios del verano al invierno y de la invierno al verano.

Estos días, al hacerse estos velos más finos, se os ofrece la posibilidad, la oportunidad de conectar con mayor facilidad especialmente con vuestros ancestros, con esas líneas familiares que pertenecen a esta encarnación.

No se trata de que las almas errantes, como las habéis denominado, vaguen por vuestras calles intentando asustaros. Esto procede de vuestros miedos ante lo desconocido.

Lo que sucede es que la energía amorosa y sabia de vuestros ancestros está más disponible que en ningún otro momento del año. Es un gran regalo que se os hace.

De esta forma, si es vuestro deseo, y de manera consciente y con vuestra intención desde el corazón queréis y os disponéis a recibir todo cuanto vuestros ancestros tienen para vosotros, infinitos regalos y bendiciones llegarán a vuestras vidas.

Son momentos para conectar con cada una de las personas que conforman vuestro árbol genealógico.

No importa si estáis de acuerdo o no con sus vidas, si os infligieron daño o no.

Con la parte con la que vais a conectar es con su parte más sabia, más amorosa.

Dentro de cada uno de vosotros, dentro de cada ser que encarna en la Tierra, hay un Ser de Luz con infinita sabiduría integrada y con amor, pues todos sois La Fuente.

Los velos del miedo y del dolor son los que cubren esos regalos internos y no os dejan ver cuánta bondad y cuánto amor hay en cada uno de los seres encarnando en el planeta.

Esa sabiduría y esa bondad, ese amor infinito, se hace presente con nitidez cuando abandonáis vuestro vehículo de carne, y es esas partes de vuestros ancestros las que están hoy disponibles.

También es un momento de recibir intuición de qué movimientos internos de los clanes hay que visualizar y visibilizar para poner orden de nuevo.

No desde el dolor, desde la crítica, desde el juicio o desde el enfado sino desde la comprensión, desde la aceptación.

No se trata de dar por válidos determinados comportamientos, pero sí de aceptar que fue lo que pasó y que ninguno de los implicados pudo hacerlo de otra forma.

Los hilos de los clanes marcan profundamente vuestras vidas si no tomáis las riendas, si no os hacéis conscientes de lo que están mostrando para ser sanado y ordenado.

Recordad que venís a vivir la dualidad, el amor en todas sus facetas. El odio es la ausencia de amor y por tanto una de sus facetas. Así pues, no juzguéis nada de lo ocurrido pues no conocéis lo que realmente aconteció.

A lo largo de esa semana, de esos nueve o diez días entre octubre y noviembre, os invitamos a tener presente vuestro árbol genealógico, especialmente las cinco o siete primeras generaciones, aunque ocasionalmente algunas veces la influencia del clan va más allá incluso de la novena.

Tener fotos o un árbol hecho con nombres, o al menos indicando “rama materna” y “rama paterna” si os duele aún ver a alguno de sus miembros, os ayudará a conectar con la fuerza de vuestro árbol, con la fuerza de vuestro linaje, con todos los regalos que tienen para vosotros.

Y una vez recibidos los regalos seréis capaces de tomar conciencia de qué es lo que hay que ordenar de nuevo y cuál de esas funciones adquiristeis vosotros al nacer para que así podáis ponerla en práctica con facilidad, con ligereza y con amor.

Tradicionalmente, desde hace mucho, celebráis este momento la noche del 31 de octubre, así que el inconsciente colectivo es esa noche cuando estará más activo en la conexión con vuestros ancestros, y esto facilitará la toma de conciencia.

Lo que os aconsejamos hacer la noche del 31 de octubre lo podéis hacer siempre y especialmente entre los días 29 de octubre y 7 de noviembre.

Además de poner fotos de vuestros ancestros o dibujar vuestro árbol, encended una o más velas.

No para guiar a nadie a la luz, pues ellos son luz igual que vosotros. Si algún alma necesita encontrar el camino de vuelta a casa sólo tiene que pedirlo, pues sus guías y sus familias de luz siempre están con ella.

Estas velas son para iluminaros, para iluminar vuestros corazones, vuestras conciencias, para que os faciliten la toma de contacto con la energía de vuestro linaje, y así, con la energía de los regalos que ellos portan para vosotros y también, con la energía de eso que está pendiente de ordenar.

Permitid que la vela clarifique en vuestro interior todo lo relacionado con los linajes pues es una de las grandes tareas de vuestras vidas

Permitid que las velas os ayuden a ablandar vuestros corazones y vuestros mentales para acoger en vuestros corazones a todos y cada uno de vuestros ancestros.

Sin ellos no estaríais aquí, o no seríais quienes sois.

Todos y cada uno de ellos os dieron la Vida de alguna manera.

Fueron herramientas, canales, para que hoy estéis en La Tierra, encarnando en este momento tan crucial, tan decisivo de la evolución de Gaia y de la humanidad.

Os invitamos a cantar desde el corazón esas notas que brotan de vuestras gargantas y que son la melodía única de vuestros linajes.

De la misma forma os invitamos a danzar esas danzas propias de vuestros ancestros; la energía que se impregnará en ellas es única. Sentidla, vibradla.

Y anotad en un papel o en un diario todo lo que llegue a vuestros corazones. No juzguéis, no mentalicéis.

Serán mensajes claros de vuestros antepasados, invitándoos a vivir la Vida libres y felices y dándoos herramientas o consejos para ponerlo en práctica.

Disfrutad de estos días de conexión, pues una parte de vosotros regresa.

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