¿Vives o Sobrevives?
No estáis viviendo, estáis sobreviviendo.
Sobrevivir es manteneros a flote, desde lo primitivo, desde la supervivencia plena, desde cubrir las necesidades más vitales, una simple pulsión: comer, beber, dormir, pelear, procrear …
Vivir es abrir el corazón y sentir la expansión, es vivir con paz, con consciencia plena, es fluir con la vida, es aceptar, no desde un punto de vista pasivo o desde un punto de vista conformista, sino es entender que las cosas son como tienen que ser, que siempre hay un motivo y un porqué. Que detrás de todo acto, hecho, suceso, hay un aprendizaje.
Vivir es descubrir la belleza en todo lo que nos rodea. Amándonos plenamente y por tanto pudiendo amar plenamente a los demás desde la aceptación y el desapego. Sin juicios, ni etiquetas, sin prejuicios. Entendiendo que cada uno está en un nivel de evolución y que cada uno lo está haciendo lo mejor que puede, porque cada uno avanza desde su propio camino, a su ritmo, con sus mochilas, por eso no hay que sentir amenazas en los actos de los demás.
Hay que fluir, amar, sentir desde el corazón, empatizar y observar con tolerancia desde una óptica más elevada.
Sobrevivir es permanecer ajeno al aquí y al ahora.
No hay que vivir desde el pasado, lastrándonos con lo que arrastramos. Ni hay que vivir soñando un futuro mejor. No existe ni el pasado, ni el futuro, existe lo que estás viviendo, el momento presente. El pasado pasó, ya está atrás, de nada sirve recrearte en lo que no puedes cambiar. Y el futuro ya vendrá o no como lo imaginas, lo único que es real es lo que estás viviendo en este instante.
Vivir con consciencia, es poner atención en cada cosa que haces día a día, con agradecimiento, con naturalidad, con cariño, es la consciencia del presente, es la consciencia del ahora, es la consciencia de tus pasos en el caminar por la vida, pleno, vivo, feliz y amoroso. Da igual si tienes o no pareja, si estas o no enamorado, el amor es un estado en ti, nace de ti, podrás expandirlo a través de otra persona y potenciar ese amor, ese sentimiento y esa felicidad, pero ya está en ti por pleno derecho. No lo busques fuera.
Sobrevivir es acomodarnos en el drama, ansiar lo que no tenemos, ansiar lo que no somos, ansiar lo que destaca visualmente en otras personas, éxito, poder, dinero. Porque vivimos en un mundo material, de cara a la galería, siempre estamos pensando en más y más y más, y un poquito más, y después otro poco más.
La abundancia y el dinero está a vuestra disposición siempre, pero no para creer que lo material te va a dar la felicidad o te va a llenar vacíos existenciales, sino para permitirte vivir sin preocupaciones, cubrir tus necesidades y compartir con los demás. Hay para todos.
Vivir es entender que la felicidad está dentro de ti, es descubrir que es una esencia. Es como una conexión. Es un entender que todos somos uno.
Vivir en plenitud, vivir desde el amor, vivir desde la paz, la calma, desde el sentir de tu identidad. Da igual lo que los demás puedan hacer o decir a tu alrededor, eso no justifica que te conviertas en un reflejo de ellos ni que vayas en contra de ti mismo, sino que tú seas un ejemplo para mostrarles otra forma de reaccionar, de ser, de pensar.
Son tus actos los que van a hablar por y de ti. Si tienes que poner límites hazlo con rotundidad, pero desde el amor. Pon límites desde el amor y suelta la mente, aleja esa jaula de grillos repetitivos en tu cabeza. Te alejas desde el amor, desde el convencimiento de que se es lo que debes hacer, sin rencores, con agradecimiento, disculpándote, perdonando y dejando ir. Pon punto y final a viejos capítulos de tu libro, y estrena una pluma nueva que llene páginas en blanco.
Vivir es aceptar que es tiempo de amor, no de guerra; es tiempo de conexión real, no de ensoñaciones; es tiempo de cambio, no de parálisis; es tiempo de empoderarnos, no es tiempo de mirar atrás conformándonos con las migajas que otros nos lanzan, o de mantener la venda deshilachada en los ojos por miedo a abrirlos.
El caminar es la acción que abre diferentes opciones en tu vida. Los pensamientos crean las condiciones de esas opciones.
La proyección de tu vida está marcada por tus pensamientos. Tus pensamientos son obra de tu mente, si vives desde el corazón, desde tu sentir, esa mente estará a tu servicio, y no al revés. De ti depende la calidad de tu vida, la calidad de tus pensamientos. Dirige tu mente y tu ego desde el corazón.
Ama a las personas por lo que te transmiten, no por lo que aparentan ser. Por lo que tu intuición te indique, no por las palabras que te susurren, ni el resplandor de su sonrisa, ni la calidez de sus gestos, sino por lo que son desde su sentir, por sus actos, por su vibración y por su luz.
Relaciones auténticas, vidas auténticas, conexiones auténticas. Desde la consciencia, desde la felicidad, desde la alegría, desde el amor.
Vivir, desde el corazón, desde el fluir, desde el aceptar; desde el sentir, que la vida es mucho más simple de lo que creemos, y sin lugar a dudas más corta de lo que nos pensamos; desde la fe absoluta de que todo cuanto suceda en tu vida va a ser lo mejor que podía pasarte y lo mas apropiado para tu camino.
Sobrevivir es abrazar el temor y el miedo, dudar. Dudar de si lo estoy haciendo bien o si lo estoy haciendo mal, dudar de si lo que he dicho era lo correcto o no, dudar del siguiente paso en la vida; sistemáticamente dudar, haga lo que haga, temer de lo que va a pasar., aferrándonos a los miedos.
¿Y si me quedo sin trabajo?, ¿ y si me quedo sin dinero?, ¿y si me quedo sin casa?, ¿y si me quedo sin pareja?, ¿y si decepciono a mi familia?, ¿y si?, ¿y si? , ¿y si?….
Sobrevivir es no mirar hacia adentro, es huir permanentemente de uno mismo. Sobrevivir es tratar de aferrarse a los demás para mantenerse a flote, con ceguera, con desesperación.
Vivir, es compartir ese fluir y ese respirar con uno mismo, es permitir que aflore, que salga, que emerja de la ventana del alma el corazón, que el corazón se asome y respire.
Vivir es alentar la dicha, vivir es amar al prójimo, vivir es darte cuenta de que el prójimo eres tu, de que no sabes donde terminas tu y donde empieza el otro.
Vivir es sentirte uno con la humanidad, con La Tierra, con los seres vivos; es sentirte parte de esa tierra, de ese mar, de ese sol, de ese cielo, de esa vida.
Es respetar hasta la más pequeña partícula de vida, plantas, animales, seres humanos, es ser tolerante, compasivo, es entender que a cada uno está en un nivel de evolución y que cada uno debe estar donde está, es su lugar correcto y que las personas cuando nos hieren, no nos hieren por odio, sino nos hieren porque no saben hacerlo mejor. Somos nosotros quienes debemos transcender ese dolor, como una madre con su bebé, haga lo que haga ese bebé desde su inconsciencia, no podrá herirla jamás, el amor está por encima de todo.
Vivir es mantener nuestro nivel de vibración elevado y atraer seres afines.
Sobrevivir es anclarte en lo negativo, sacar los dientes por sistema, pensar que todos nos desean atacar, que todos vienen con malas intenciones, estar en estado de alerta.
Sobrevivir es odiar, es culparse a uno mismo y a los demás, es regodearse en el dolor.
Sobrevivir es querer vivir las vidas de los demás, nunca la propia.
Sobrevivir es permitir relaciones tóxicas en nuestras vidas.
Vivir es ser responsable de tu vida, de tus decisiones, de tus palabras, de tus pensamientos, de tus actos, es ser el único responsable de tu felicidad. Entendiendo que no hay pecados, no hay culpas, no hay castigos. Eliminando esa forma de pensamiento limitante y enfermizo. Abandonando la vieja mentalidad para abrazar de una forma más plena tu existencia.
Viviendo en la consciencia, consciencia de la vida, consciencia de la divinidad que está dentro de ti, consciencia de tu caminar, consciencia que la muerte no existe, consciencia de que todo comienza y acaba en tu corazón, expandiendo el corazón, el amor, como aliento de vida, como base indiscutible, como pilar solido, como único lenguaje, como única moneda, como única melodía.
¿Cómo vives tu vida? ¿Vives o sobrevives?
Cuestiónatelo, mira dentro de ti y elige como quieres vivir, desde tu centro, llevando las riendas de tu vida, o huyendo de ti mismo, entregando tu poder personal a otros e incluso gestionando el ajeno.
Sea lo que sea será perfecto y sea lo que sea será tu elección.
Vive como tu quieras, pero no vivas desde la inconsciencia. Vive desde la consciencia y una vez que estés en ella tú decides, y sólo tú, si vives desde el Amor, buscando plenitud y autenticidad en la vida, rompiendo las cadenas de lo establecido, o si aún no estás preparado y prefieres guarecerte en el miedo, creyendo que el amor es posesión y que el orgullo es ego.
El camino lo eliges tú. Hagas lo que hagas será perfecto.
Vivís en una era de consciencia con vibraciones altas. Como en una escalera cada uno está en el peldaño que le corresponde; cuanto más quieras subir el peldaño más consciente debes ser de con qué tamaño y desde qué puerta se expande tu corazón.
Puedes mirar por la mirilla, puedes abrir tímidamente una gatera pequeña, puedes abrir la mitad de la puerta, puedes abrir la puerta entera o puedes abrir los dos portones y derribar la entrada.
No importa cómo, asoma la cabecita, y el resto se hará solo.
El Amor es la clave. Que el Amor os permita veros cómo sois en realidad y os regale la consciencia de todos los dones que poseéis.
Sois perfectos, sois Amor, sois Chispa Divina
Mensaje canalizado. J. 11-02-19
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