Vivir desde el corazón puede significar ser uno mismo, consciente, pleno, auténtico y libre. Vivir desde el desapego, desde la compasión, desde aceptación, sin anclas, sin limites, sin prejuicios, sin cadenas, ni lastres.
Con la voluntad férrea de fluir desde la felicidad, no como instante, sino como destino eterno y merecido. Conectar con la paz, que un día puede ser más plena y otro menos, pero que siempre sepas donde encontrarla y como acceder a ella.
Proyectando el amor desde el centro del pecho, abriendo caminos, despejando de manera natural todo aquello que no vibre en la misma frecuencia en la que te encuentres.
Concentra las chispas de amor en tu corazón y expándelas y que sean capaces de salir de cada una de tus sonrisas, de tus gestos amables, de tu mirada, de los movimientos de tu cuerpo, de cada una de las ondas de tus pensamientos, de cada inhalación y exhalación, de tu intención.
Expándelo, que sea lo último que hagas al acostarte y lo primero antes incluso de levantarte cada día. Expande y observa que pasa a tu alrededor, sin juicios, ni etiquetas, sin expectativas, sin egos, ni mente, ni emoción. Tan sólo observa.
Podrás ver como aparece el arco iris en tu caminar, en cada uno de tus pasos como faros luminosos y alegres. Como se llena de color la vida en blanco y negro. Como arrancas ilusiones, despertares, aperturas, esperanza. Como todo parece repleto de mágicas casualidades.
Desde una chispa de luz insignificante que va cambiando de color mientras crece, rojo, naranja, amarillo, rosa, verde, azul celeste, azul índigo, violeta, blanco y cuando llega a ese color blanco radiante, brillante, transformador.
Todo se ilumina, todo cuanto estaba oculto, se muestra. Todo lo que no entendías tiene una explicación perfecta, comprensible. Todo lo que antes era difuso gana nitidez. Y puedes ver. Y sentir. Y escuchar.
El sol se muestra en todo su esplendor, la luz se manifiesta en ti, tu corazón se abre y sientes un torbellino que te remueve, un torrente que te arrastra, un caudal que te recorre de luz dorada, cálida, en todas las direcciones y que cubre todos los espacios, que no entiende de distancias, ni de separaciones, sino de unión con el todo, un todo infinito, iluminándolo.
De la misma manera que el amor vence al miedo, así la luz, esa luz que brota del amor, conquista la oscuridad.
Mécete en esa luz para que te sostenga, te acaricie, te nutra. Sintoniza todo tu ser, todos tus cuerpos, todas tus memorias, pensamientos, proyecciones, vibración y estés donde estés siente quien eres, qué eres y a donde perteneces. Cuando lo consigas, justo en ese momento empodérate, abre tus brazos, levanta tu frente, sonríe y fúndete con el sol.
yo pude tener la fortuna de vivir asi un tiempo,es una sensacion de paz,libertad y gozo de saber quienes somos y lo que valemos,nunca se dejen cambiar y que no les importe lo que piensan los demas porque eso les va a quitar todo ese amor que se tienen,el amor empieza por uno,luego por las personas y la vida,bendiciones a todos
Bendiciones para tí. Un fuerte abrazo de luz!
Que cosa tal hermosa lo he leído me para e increíble y quiero lograrlo quiero conectarme con mi corazón pero no se cómo pero investigaré y lo lograré gracias desde mi corazón
hola Nohra! seguro que lo consigues! Te dejo aquí un link a una meditación de nuestro canal de Youtube para que puedas ir practicando escucharte desde el corazón. Esperamos que la disfrutes. Un fuerte abrazo
https://youtu.be/BPLhj_M0AzE