Nuestras axilas son dos más de los portales energéticos que están activados en nuestro cuerpo físico y que conectan no sólo con nuestros cuerpos sutiles sino también con todas aquellas partes de nuestro ser que habitan en otros planos vibracionales o dimensionales.
En este momento de nuestra evolución y de la Era Acuario en la que transitamos estos centros energéticos adquieren mayor relevancia para nosotros.
Se han ido activando a medida que la glándula timo ha ido también activándose y tomando un papel relevante en nuestra existencia y en nuestra conexión con todo lo que es.
Nuestras axilas están ahora actuando como drenantes.
Nos permiten deshacernos de las vibraciones más densas sin necesidad de que estas se alojen previamente en nuestro cuerpo físico.
Energéticamente están conectadas a nuestra glándula timo y a nuestro chakra cardíaco y al estar estos conectados con nuestro chakra de la garganta indirectamente también están conectadas con este centro energético.
Como ya sabemos, el corazón, el timo y la garganta forman un conjunto indivisible e imprescindible en este momento de nuestra evolución.
Es ese centro de mando, ese centro de decisión conectado con el amor, con la sabiduría universal, con la voluntad divina.
Cuando conscientemente deseamos deshacernos de alguna creencia limitante o de alguna emoción de baja vibración, estas pasan primero por nuestro actual centro de decisión, ese conjunto formado por nuestros chakras cuatro, cinco y timo.
Una vez filtrado allí, una vez extraída la sabiduría que hemos adquirido con las experiencias asociadas a esos patrones o a esas emociones, si es nuestro deseo serán derivadas a nuestras axilas para que puedan salir de nuestro sistema no sólo físico sino también energético y así no tendremos que manifestarlas en nuestras realidades.
Aun cuando no seamos conscientes del movimiento que se está produciendo en nosotros, este mecanismo energético está activado y ya está disponible para todos los seres.
La diferencia radica en que cuando no lo realizamos de una forma consciente, todo eso que se aloja en nuestras axilas para ser transformado o disuelto y expulsado fuera de nosotros puede quedarse estancado o bloqueado o incluso regresar a nuestro cuerpo físico a través del sistema linfático, viajando por él, hasta encontrar un lugar en el que poder mostrarnos ese desequilibrio, ese alejamiento de nosotros mismos y de todo lo creado.
Si realizamos movimientos rotativos de nuestros hombros con los brazos extendidos en cruz o en alto ayudaremos a esos centros energéticos a desbloquear todo aquello que esté alojado en ellos a la espera de ser disuelto. También de esa forma ayudaremos a expulsarlo fuera de nosotros.
Otra forma de liberación es mover los brazos desde la posición en cruz hacia arriba y hacia abajo con las palmas mirando al suelo. Después con las palmas mirando hacia arriba.
Un masaje con nuestros dedos índice y corazón en el centro de nuestras axilas, realizado de forma circular, también activará y equilibrará estos portales energéticos, estos drenantes energéticos.
Agua de rosa Bulgaria, aceite de rosa mosqueta o de cualquier otra variedad de esta flor ayudará a infundir amor a esta zona de nuestro ser, transformando así cualquier residuo energético inarmónico que el paso de los patrones y emociones limitantes haya dejado en ellas.
El aceite esencial de azahar, bergamota o mandarina les ayudará en la tarea de drenaje ayudándonos a deshacernos de todo cuanto ya no necesitamos.
Estamos en un momento de nuestra evolución en el que cada día tenemos más herramientas para poder vivir más libres, en amor y felicidad plenos.
Aprovechémoslas y compartámoslas para que la humanidad y Gaia podamos existir en unidad.
0 comentarios